“Demanda futura de madera plantea desafío de plantar árboles para evitar deforestación o extinción de los bosques naturales”

John Moore, Dr. en Recursos Forestales e investigador por cerca de 20 años en temas forestales, participó como expositor en la WCTE 2021, que reunió a investigadores y expertos mundiales en bosque y madera en Chile.

El investigador neozelandés John Moore, fue uno de los panelistas de la Conferencia Mundial de Ingeniería en Madera 2021 (WCTE), que se efectuó recientemente en Chile donde expuso sobre cómo las plantaciones podrán abastecer la demanda futura de una manera sostenible.

Conocer su visión atrajo el interés de los participantes chilenos porque ambos países tienen mucho en común, no sólo en materia climática y de latitud, sino que también en materia forestal: para Chile y Nueva Zelanda el pino radiata es la principal especie comercial, algo que Moore releva y que les ayuda a estudiar varios aspectos del cambio climático.

En su intervención ante invitados y expertos, Moore destacó que “las plantaciones representan actualmente alrededor del 3% de la cubierta forestal total del mundo, pero abastecen gran parte de la demanda de madera industrial, que se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluidas las estructuras de madera. Es difícil estimar exactamente cuánto aumentará la demanda futura, pero para muchos productos de madera la demanda está aumentando a tasas acumulativas de crecimiento anual del 6% al 8%. Si se utiliza más biomasa para producir energía, la demanda de madera podría aumentar drásticamente”.

Agregó que el informe Bosques Vivos de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), estima que se necesitará establecer alrededor de otros 250 millones de hectáreas de plantaciones entre hoy y el 2050 para satisfacer la demanda futura y, al mismo tiempo, garantizar que no haya deforestación o degradación de los bosques naturales”.

Actualmente Moore se desempeña como gerente de Investigación y Desarrollo de Timberlands Limited, una de las principales empresas forestales de Nueva Zelanda. Cuenta que su trabajo se ha centrado en tres puntos clave: mejorar la producción de biomasa, comprender y mejorar la calidad de la madera e incrementar la resiliencia a riesgos futuros.

“Estas áreas nos permiten crear y proteger el valor futuro, asegurando que la silvicultura siga logrando un uso competitivo de la tierra y que las industrias de procesamiento de madera existentes y futuras, tengan un suministro sostenible y confiable de materia prima. Un punto clave que destacan en muchos artículos académicos es que a mayores tasas de productividad de las plantaciones significa que pueden proporcionar grandes volúmenes de madera con un impacto relativamente pequeño. El otro punto clave es que, si queremos detener la degradación de los bosques naturales, tendremos que reducir la intensidad de la extracción de estos bosques, lo que significa que será necesario encontrar fuentes alternativas para reemplazar la madera que actualmente se suministra de los bosques naturales.”, afirmó el investigador.

Avanzar en nuevas tecnologías de uso de madera

Parte importante de su trabajo también tiene que ver con el desarrollo tecnológico en el área de la construcción, donde cree que aún existen oportunidades de desarrollo.

“Gran parte de las viviendas residenciales de Nueva Zelanda se construyen con madera, pero se utiliza mucha menos madera en la construcción de altura. Incluso dentro del sector de la vivienda, todavía hay muchas oportunidades para mejorar la calidad y la asequibilidad de éstas a través de métodos de prefabricación y construcción fuera del sitio. Para las áreas del mundo que experimentan terremotos, el uso de más madera en edificios mejoraría la resiliencia de nuestro entorno”, aseguró Moore.